El Plan Revolucionario de Operaciones, concebido y redactado por Mariano Moreno, es la pieza más controvertida de nuestra historia. La aspereza de la polémica se funda en la importancia decisiva de dicho plan para una reinterpretación de la Revolución de Mayo y de su protagonista más notable. En efecto, si el plan atribuido a Moreno fuese apócrifo, la imagen del enérgico tribuno permanecería borrosa como en la iconografía escolar.Requeriría nuevos esfuerzos situar a Moreno en el panorama histórico de su época y percibir el sentido de su política.Por el contrario, la autenticidad del Plan de Operaciones, hoy fuera de cuestión, pone de relieve el carácter hispanoamericano de la Revolución, la independencia intelectual de sus autores, así como el carácter jacobino de sus jefes. No se trataría ya de considerar a la Revolución de Mayo como hija del comercio libre y del mercantilismo británico, o como eco ideológico de la Revolución Francesa o una simple copia de la Independencia de las Colonias Americanas del Norte, sino como un vasto proceso desarrollado simultáneamente en España y en la América Hispánica. Más aún, este proceso habría encontrado en Mariano Moreno un intérprete poseído de incomparable energía y atrevimiento político.
