Hace exactamente 10 años, en agosto de 2005, se creaba el Programa de historia de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Desde entonces, contando con el permanente apoyo de las autoridades de la Facultad, comenzamos la sistemática tarea de investigar y difundir nuestra historia.El espectro de temas relacionados con la FCEN que admite un abordaje histórico es amplísimo y en este tiempo fuimos realizando diversas aproximaciones que reflejan los múltiples intereses de los integrantes del Programa, procurando tomar distancia del relato conmemorativo y sometiendo nuestro pasado al análisis crítico, aún en aquellos pasajes consolidados por la transmisión del relato oral.Si la amplitud de temas y el espíritu crítico son directrices en la producción del Programa, otro elemento central lo constituye una educación militante por la divulgación histórica. Desde el principio entendimos que los trabajos no debían quedar acotados a los debates entre expertos, que reconocemos como algo imprescindible para el crecimiento y formación en la tarea de investigación, sino que debíamos generar simultáneamente productos destinados a la comunidad, principalmente de la FCEN pero no sólo de ella, que actúen como disparadores del debate de nuestra historia.En este contexto nació en 2007 La Ménsula, un boletín de aparición un tanto irregular destinado desarrollar en cada número un pasaje de la historia que atraviesa alguna dimensión de la Facultad.¿Por qué le pusimos ese nombre, que aparentemente tiene poco que ver con una publicación impresa? Poco tiempo antes, en uno de los patios de la Manzana de las Luces, edificio donde funcionó la FCEN durante más de 100 años, descubrimos abandonada un enorme ménsula de hierro forjado. Comparándola con las antiguas fotografías y con los recuerdos de quienes estudiaron allí, comprobamos que había formado parte de la estructura que soportaban los balcones interiores del edificio y que servían como acceso a las aulas de los pisos supe
