Horizonte De Sucesos

uando yo tenía cinco años, mi padre, de nacionalidad siria, se había ido de este mundo nos cuenta el autory pocos años después le seguiría su madre. La pesadumbre, matizada con los entretenimientos infantiles y los recuerdos familiares que nos brinda en Horizonte de sucesos, es un cálido testimonio de su vida, pletórica de aventuras y matices, algunos radiantes, otros amargos, pero siempre signado por el optimismo de la naturaleza heredada de sus ancestros.Al cumplir 20 años, en cumplimiento del servicio militar, es asignado a la Marina, donde en el portaaviones Independencia vivirá momentos de zozobra en los mares embravecidos por las tormentas, al ver las gigantescas olas impulsadas por un monstruoso Leviatán.Participará en los torneos navales en Puerto Belgrano, y al ganar una competencia deportiva, tendrá el honor de desfilar en un corredor formado por 2000 soldados para recibir el premio que le posibilitará viajar en el Bahía Thetis a Estados Unidos y conocer ese inmenso país.Pero en el viaje de regreso vivirá momentos de angustia al explotar una caldera, generando un dantesco incendio que pondría en peligro la vida de los marinos.¡Cuánta nostalgia de su niñez, acunada en el apacible verde de los sembradíos de la pampa gringa!En su búsqueda de empleo, incursionará en la ciudad de San Pablo, conociendo una entrañable familia y al regresar a Argentina, los vericuetos laborales le depararán un sinfín de correrías por distintas empresas.Omar Romero sentencia: oy, inevitablemente, llevo en mi pensamiento la chacra, el trigo, el girasol y ese profundo cielo azul, en un contexto de sonidos robóticos