Sobre la figura, real pero poco conocida, de Lorenza Reynafé, las investigaciones y la imaginación de Mabel Pagano han creado un personaje inolvidable. Fuerte pero tierna, valiente pero sensata, piadosa pero trabajadora¿ una exponente de esas mujeres que surgen en tiempos de crisis, cuando la sociedad les permite escapar de sus roles tradicionales porque las necesita. Mientras los hombres planean las guerras las mujeres trabajan para la paz.La figura de Lorenza hermana y madre de sus hermanos ampara a la extensa familia hispanocriollairlandesa, tanto en los momentos felices como cuando irrumpe la tragedia. En tanto la vida familiar y provinciana se va deslizando de la paz colonial hacia las crueles guerras civiles, ella se ocupa de hermanos y sobrinos, administra campos, opina en política y hasta litiga cuando ve comprometido su buen nombre. Esta singular mujer merecía ser rescatada del olvido en su contexto histórico, hábilmente reconstruido por la autora. Lugares y situaciones cotidianas o excepcionales muestran la sociedad cordobesa de principios del siglo XIX, en las estancias y ciudades, resaltando los importantes roles que en ella juegan la religión, los parentescos, la política y la fidelidad de los servidores, ya sean paisanos o negros esclavos. En un momento de amargura Lorenza reflexiona: odo tiene un límite. ¿Lo tenía también mi lucha?Y ella misma se contesta, con la fuerza de los afectos que han guiado toda su vida. uizás. Pero para los que ponemos los sentimientos por encima de la razón, no existen barreras que no podamos saltar.
