Los Arboles Mueren De Pie

Acerca del estilo teatral de Casona, se ha escrito que en él se consiguen sorprendentes y seductores efectos, con los entrecruces de las evocaciones poéticas, el realismo impresionista y la exposición llena de novedad y audacia.Hasta aquí, en apretada síntesis, los caracteres sobresalientes que perfilan una vocación autoral de exclusivo cuño, sólo lograda con igual desenfado por otra pluma paralelamente señorial dentro de la escena contemporánea: Conrado Nalé Roxlo.Teatro anterior a la guerra civil española en su orientación filosófica, fue quizá por ese sano y desenvuelto optimismo suyo, esa novedad de la risa saludable y de la fe serena tan en contraste con la desolada realidad de postguerra en que había caído su patria que su temática ha sido tildada de escapista. Pará defenderse, afirma: Yo no soy escapista que cierra los ojos a la realidad circundante. Lo que ocurre es sencillamente que yo no considero como realidad solamente a la angustia, la desesperación o el sexo. Creo que el sueño es otra realidad tan real como la vigilia.Su obra puede encasillarse dentro del género de literatura fantástica, ya que muchos de sus personajes viven en planos de ensueño, aunque jamás pierden, por eso, su presencia cálida y humana, como se evidencia en La dama del alba.El suyo es, además, un teatro pedagógico, porque sus obras tienden a moralizar. Participa, asimismo, del teatro de tesis: en este orden podríamos incluir, por ejemplo, a La tercera palabra, o Los árboles mueren de pie.Del estudio prelimiral del libro.