Para mí, no hay mayor tragedia que darme cuenta de que tantas personas confían tan poco en sí mismas que ni siquiera son capaces de imaginar un futuro de prosperidad para ellas y sus familias. A lo largo de mi carrera, he tenido la oportunidad de hablar con innumerables personas exitosas en las más diversas áreas, como negocios, artes y deportes, y algo en común entre todas ellas es la capacidad de soñar en grande, incluso en los momentos en que estos sueños parecen imposibles. Si tus sueños se detienen en tu puerta, no podrás conquistar el mundo. El libro que tienes en tus manos es, desde hace más de ochenta años, la principal referencia sobre enriquecimiento y desarrollo personal jamás producida. Motivado por una sugerencia de Andrew Carnegie, uno de los hombres más ricos que la humanidad haya visto, Napoleon Hill pasó más de dos décadas de su vida viajando por los Estados Unidos entrevistando a los mejores millonarios de la época e identificando qué tenían en común y cómo la gente podría lograr un éxito similar. No hay día en que no reflexione y utilice las enseñanzas de Napoleon Hill. Al leer y aplicar los conceptos de Piense y hágase rico, también puedes ampliar tus sueños y, lo que es más importante, acercarte a ellos. Cuando tenía 26 años, con una independencia financiera recién descubierta, decidí viajar por el mundo y entrevistar a grandes personalidades exitosas para identificar qué tenían en común para llegar a ser tan prósperos. Durante el proceso, descubrí que alguien más ya había hecho algo similar a principios del siglo pasado y que había sido lo suficientemente generoso como para compartir sus hallazgos con cualquiera que estuviera dispuesto a escuchar. Esa persona era Napoleon Hill. Luego me dediqué a estudiar todo lo que Napoleon Hill había producido y lo convertí en uno de mis mayores mentores intelectuales, a pesar de que murió muchos años antes de que yo naciera. Lo más interesante fue darme cuenta que poco ha cambiad
