Siendo un cuestionador de la clase dirigente en general, Claudio Fantini estuvo entre los primeros en advertir lo que señala como una serie de rasgos del liderazgo kirchnerista.Desde el perfil monárquico del ejercicio del poder, hasta el influjo de ideólogos como Karl Schmitt en la estrategia oficialista, pasando por la construcción de un aparato mediático de propaganda cuyo objetivo principal es la censura por amedrentamiento, atacando y difamando a quienes sostienen posiciones como las que exhibe este libro, fueron señalados en sus columnas antes de aparecer en la retórica del campo crítico. Pudo adelantarse porque se concentró desde un primer momento en la observación analítica del relato, percibiendo en ese instrumento lo que considera el lado más oscuro del kirchnerismo.Con la particularidad de haber apoyado públicamente las iniciativas más importantes de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, Fantini describió al relato como causa y a la vez consecuencia de ese lado oscuro. Consecuencia en la medida en que actúa como justificador, y causa por estar en el origen de uno de los síntomas más preocupantes de la Argentina actual: el odio político que va desgarrando familias y amistades. De eso habla La gravedad del silencio.
