Mónica Ferrero ha creado un mundo propio donde lo humano se erige como fondo de todo su trabajo literario, en definitiva, las condiciones que nos han hecho seres complejos, amables, heroicos e impredecibles. Transitar ese mundo es la propuesta de este libro, iniciar la aventura, recorrer caminos donde los recodos y los desvíos, la dirección recta y precisa o la sinuosidad de lo inesperado nos deslizan sobre la imaginación y la realidad, dos cosas que la autora maneja a la perfección con un lenguaje íntimo, directo y, a veces, velado por metáforas elaboradas como la luz a través de un prisma. Dos textos como ejemplo bastarían para descubrir este juego de espejos: Enmascarada y Contraimagen, un televisor o un castillo de arena nos reflejan ese otro nivel de la conciencia, la línea que separa lo concreto de la dimensión oscura de las sensaciones. Por supuesto, el compromiso esencial de un escritor aparece intermitente entre las páginas, la crítica ante la indiferencia de una sociedad ausente, las cicatrices del amor después de los finales, los recuerdos como refugio frente al tiempo inevitable, la intimidad que se vislumbra entre párrafos que rozan la poesía. Nombro algunos títulos: El restaurador, Urbano, Desde las ruinas, El último fantasma.Queridos lectores, este libro nos toma de la mano y nos muestra los variados matices que nos impulsan a ser y a existir, dos condiciones semejantes pero distintas. Mónica Ferrero guía los pasos para que podamos reconocernos en este bello laberinto de luces y de sombras que es la vida.Eduardo Chaves
