Floricel Y Otros Relatos

un piano de cola, una melodía en medio de la pampa asediada por malones y una carta de Richard Wagner que aparece ciento cuarenta años después el misterio del cabureí y los muertos de Napalpí y una llamada extraña de otro tiempo. Todos sus cuentos, aun los fantásticos, son ciertos: justo en la línea precisa, que separa las sombras irreales de la claridad del día, en e llamaba Teresa Sus duendes son palpables y tienen nombre en inchaco Fantasmas domésticos, con los que comparte situaciones que a veces estremecen.Personajes curiosos en ambientes cotidianos, argumentos atrapantes y finales que sorprenden. Lectura que no se puede interrumpir.Con prosa no pocas veces poética, desarrolla una tensión narrativa esencial y un desenlace, en muchas ocasiones inesperado y que se conoce intuyeen el último párrafo. También nos seduce con el sutil erotismo de sus cuentos románticos en l divánolay tra vez en la lagunaAcosta es creíble. Su prosa directa se disfruta en los diálogos, cortos y sugerentes, sin guionado y con suficientes márgenes para la participación del lector, que se ve invitado, o comprometido a colaborar con el desenlace.Un mundo de dudas, donde la ficción parece real y lo cierto, imaginario.