l llanto de la niña se escucha por toda la casa. Es un llanto leve, como un trino. La voz de alguien que acaba de nacer y no comprende.sí comienza Huellas de una noche que aún no ha sucedido, un relato donde Eduardo Chaves nos lleva a preguntarnos si el pasado definitivamente se pierde, o si el ayer permanece y el hoy es un eco de esos recuerdos.Todo inicia al anochecer, cuando una mujer ve, como en un sueño, un desfile que le mostrará toda su existencia: nacerá a las seis de la mañana, y durante veinticuatro horas verá pasar la trama de sus días.En ese lapso, los hechos de un destino predecible nos mostrarán los anhelos, los desencantos, las luchas interiores, las alegrías, las esperanzas y los sentimientos que atraviesan un corazón encadenado a las paredes de una casa, la estructura inamovible de viejos conceptos familiares.Desde un pasado cercano, acompañamos a la voz que nos cuenta la vida de Luciana, la mujer que se oculta entre inquietudes cotidianas, proyectos, ilusiones, renuncias y enterezas que van desde la obstinación a la culpa secreta.Solo persiste en ella la esperanza de alcanzar la felicidad, esa promesa incierta pero maravillosa, tan maravillosa como el desfile de máscaras que promete pintar la realidad con el color de los sueños.Cristina Bajo
