Your cart
No hay más artículos en su carrito
Envios a todo el país
Retirá gratis en nuestras sucursales a las 48hs de realizada la compra
Siempre dudamos en develar un secreto, si no es tan fácil de describir. ¿Cuál es el de esta novela? No cabe duda de que Bernatek se complace con una incesante apología del borde más harapiento de las vidas. Pero poco a poco, con la sapiencia de quien retoza en lo siniestro, nos va mostrando lo que encubre. Podríamos afirmar esto sin frustrar ninguna de las reflexiones de Ovi l gran monologuista no apto para la hora del tésobre el buen vivir En verdad, se trata de un rosario de instrucciones de hondo cinismo sobre el género humano. No obstante, por su inesperado y sutil reverso, se dirigen subrepticiamente hacia una secreta consagración de la amistad, la nobleza y el amparo. El lector de Bernatek quizás pueda asombrarse por estas ficciones descarnadas, donde parece ponerse en un altar la clásica frase el hombre es el lobo del hombre de las mujeres y donde se expone una moral saqueadora, propia del sobreviviente o del buscavidas. Está teñida de mordacidad y cálculos de una desmesura desoladora sobre el atraco y rapiña que cada uno ejerce sobre los demás. Y con el asombro que despierta un lenguaje sólidamente fundado en el más alto nivel que pudiera obtenerse en cuanto a sordidez para rascar el fondo de las más quebrantadas pasiones, Bernatek, con paciencia de orfebre, juega con ilusorias psicopatías al presentarnos toda clase de rapiñas libidinales en continuado. Los ejercicios del megalómano sexual y las definiciones más degradadas sobre las existencias más atascadas, componen la fuerza literaria que mantiene el riesgo narrativo de esta novela. Pero su sostén no es sólo el infatigable retrato de lo subhumano, sino el recurso de asombrosas comparaciones fin de degradar aún más lo ya deshechoque se convierte en un manual de instrucciones sobre cómo detonar cínicamente todo el contorno de los hombres y las cosas. Para eso hay que inventar una lengua que, en su exploración de la bajeza, logre por contraposición un redoble de lirismo furtivo. Cuando la
BERNATEK CARLOS
Sin reseñas