¿Qué sucedería si no recordaras tu nombre, tu identidad, tu pasado eincluso a todos a los que amas cada mañana al despertar? Todo olvidadodurante la noche, tu vida convertida en un rompecabezas.¿Y si, además,sospecharas que la única persona en la que confías no te está contandotoda la verdad?Before I go to sleep No confies en nadie tiene sus orígenes en unanota necrológica que leí. El comienzo de mi curso en la Faber Academyera inminente y, convencido como estaba de querer trabajar en unproyecto completamente novedoso, le daba vueltas a muchas ideas. Así leíun pequeño artículo sobre Henry Gustav Molaison, que hasta su muerte fuetan solo el paciente H.M. Murió en el año 2008, pero desde 1953, ytras pasar por quirófano por culpa de la epilepsia, era incapaz de tenerrecuerdos nuevos, o sea, que vivía de forma constante en el pasado. Sunota necrológica explicaba cómo, aunque había mantenido regularesreuniones con su doctora, tenían que ser presentados cada vez que seencontraban. Me pregunté cómo sería despertarse cada día pensando queera 1953, y de repente fui golpeado por la imagen de una mujer mirándoseen el espejo de una casa que le resulta extraña y dándose cuenta de que,en lugar de la adolescente que espera ver, se encuentra ante una mujermadura. De inmediato supe que había encontrado la idea para miproyecto. SJ Watson
