El misterioso robo del original del Poema perfecto celosamente guardado por una logia en las catacumbas del Colegio de Monserrat, pone en acción a la justicia. El juez, un hombre en apariencia recto e insobornable, ordena sitiar al pueblo de Totoral, donde supone se encuentra el objeto de su búsqueda. Razones no le faltan. En aquellos años 50, Totoral se encuentra atravesada por una sorda y profunda disputa entre dos familias que habitan las casonas más imponentes del lugar. El Kremliny el Vaticanoestán separadas por una pequeña calle y a la vez unidas por un mismo pórtico. El Kremlin cobija a personajes del talante de Pablo Neruda o Rafael Alberti. El Vaticano es regenteado por una familia tradicional cuyas concepciones sobre la vida suelen ser diametralmente opuestas a las de sus vecinos. La observadora prosa de Rodrigo Agrelo se detiene en cada detalle de las interrelaciones de ese lugar tranquilo y convulsionado, y detecta que, muchas veces, los más débilesencuentran mejores respuestas a las complejidades de la vida que los más fuertes Este elogio de la sencillez, la fabulosa descripción del lugar y su época y las vueltas que es capaz de dar la verdad antes de revelarse, convierten a El robo del poema perfecto en una de esas novelas que dan ganas de volver a leer.
