La enseñanza del cooperativismo y las cooperativas escolares tienen un siglo de historia en la Argentina. Sus promotores y adherentes defienden el beneficio que reportan a las instituciones educativas en la medida en que permiten el trabajo en equipo, el aprendizaje mutuo de los alumnos, la aplicación de la transversalidad en el currículo, la organización del trabajo escolar en torno a centros de interés, la adquisición de destrezas manuales, la preparación para la vida en sociedad, e incluso el aporte material para cubrir necesidades de los establecimientos de enseñanza. Por otro lado, sus fines económicos de carácter solidario, los ahorros que pueden proporcionar a los alumnos socios, la experiencia de autogobierno de éstos y los ideales de transformación social convierten a las cooperativas escolares en instrumentos benéficos para el progreso comunitario. En función de estos méritos se abren numerosos interrogantes: ¿por qué no se han desarrollado de modo amplio en este país, como lo permiten las diversas leyes nacionales y provinciales? ¿Cómo han funcionado las cooperativas escolares y cuál es la realidad actual? ¿Cuál ha sido el papel de los conductores del sistema educativo, de las autoridades escolares y del cuerpo docente? ¿Qué actores y entidades las promovieron? ¿Qué grado de participación tienen los alumnos? En respuesta, este libro reconstruye el desarrollo histórico de la enseñanza de la cooperación en las escuelas argentinas y analiza su actualidad en la provincia de Santa Fe, a los efectos de contribuir con un diagnóstico no sólo útil para el conocimiento del pasado y del presente, sino para la acción futura.
